Resumen y sinópsis de La nada cotidiana de Zoé Valdés
Ella viene de una isla que quiso construir el paraíso... Así comienza, y así acaba, esta novela desgarradora de Zoé Valdés (La Habana, 1959), sin duda la voz más original y expresiva que ha surgido de Hispanoamérica en los últimos años. Un humor corrosivo y descarnado, una ironía que nace de la decepción y la incredulidad, una exasperación que brota del vacío moral y material que atenaza a un pueblo que se entregó a la ilusión de una vida mejor para todos y acabó aplastado por la propia dimensión de su sueño.Patria, la protagonista, lleva este nombre porque nació el año en que la Revolución triunfó en Cuba. Ella representa la primera generación de los que nacieron y crecieron en un sistema que debía desterrar para siempre la injusticia. Pero los años han pasado y el paraíso prometido se torna un infierno de frustación y penurias, de apatía y desesperanza, en el que todos, adictos y escépticos, amigos y enemigos, parecen atrapados. Y en esta desolada realidad, Patria, que prefiere que la llamen Yocandra, busca en la escritura, con la rabia que sucede a la impotencia, el camino que la libere del vacío amenazante. Rebelándose contra la sumisa pasión que la ata a dos hombres, el Traidor y el Nihilista, Yocandra se sumerge en el laberinto de la nada y escribe, indefensa, sobre sí misma y los demás, sobre lo que observa y lo que siente. Escribe sobre lo cotidiano y lo banal, lo pasado y lo presente, con esa rabiosa lucidez que mantiene vivo el fuego de la existencia. Escribe para vengarse, para comprenderse y para que la comprendan, escribe hasta que las palabras se adueñan de ella y la empujan hacia un futuro desconocido e incierto donde brilla tenue el pálido albor de la esperanza.
Ha participado en esta ficha: Manuel Alfredo
En el año 1995 veía la luz La nada cotidiana. Y veía la luz parisina porque su autora, Zoé Valdés, vivía allí tras huir de Cuba. Y gran parte de los motivos que lo pudieron llevar a dejar su tierra, y su mar, se recogen en las páginas de sus obras, repletas de imágenes de la miseria en la que está envuelta la vida en Cuba.
Este libro en concreto realiza una fuerte denuncia de la vida en Cuba, de la patética dictadura que "fue sueño y se tornó pesadilla". La protagonista ya resume toda la novela cuando se quita su nombre, Patria, para bautizarse como Yocandra. Rodeada de miseria, y del recuerdo de sueños del pasado y del recuerdo de los que estuvieron y ahora están en Miami, Europa o en el fondo del mar, la protagonista teje una fuerte historia de pobreza vestida con grandes tintes eróticos.
Es la historia de un pueblo, imágenes de esa historia que mira cada mañana al mar, y que no sabe la causa por la que se tiene que ver reprimida, tanto desde dentro como desde fuera, rodeada por un círculo vicioso cuyas dos esquinas son igualmente perversos y sin sentido:la dictadura y el bloqueo.
No me ha parecido malo del todo, pero no es mi tipo de libro. El lenguaje es bastante difícil de entender y eso hace que en muchos puntos no se entienda lo que dice.
Gracias a esta pequeña obra conocí al magnífico poeta cubano Lezama Lima, ya que Valdés usa también el capítulo 8 para explayarse en pasajes eróticos que son lo único que podrás recordar tras la lectura de este anodino libro.
Sobrebio, con un lenguaje difícil de entender si no conoces a alguien cubano, pero la historia hizo que realmente me emocionara, y la frase conl a que comienza el libro me parece que describe perfectamente el resto de la novela. Aconsejo que lo lean.
Lo leí en menos de dos horas, pero no es un mal libro. Para entender sus dialectos y algunas expresiones hay que haber vivido en Cuba, o al menos haberla visitada.