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Construye tu voz en las redes sociales

AutorAlfredo Álamo el 6 de abril de 2018 en Divulgación
  • Si vas a estar en las redes como escritor, hay ciertas reglas básicas.
  • Las redes son un punto de reunión, pero también de exposición.

Blogger sentado frente al ordenador con una taza de café.

Las redes sociales son tu ventana al mundo exterior, pero como autor debes decidir hasta qué punto las utilizas de manera totalmente personal o bien como lugar de encuentro con lectores y aficionados a la literatura. Si manejas muy bien el medio, puedes tratar de hacer las dos cosas, pero es posible que acabes en una espiral de ruido y discusiones de la que es difícil salir.

Sé tú mismo.

No tiene sentido que ocultes quién eres en las redes sociales por miedo al qué dirán. Además, se nota mucho si te dedicas a sobreactuar para estar en medio de todos los hashtags, o si te dedicas a hablar de cosas que no conoces.

Escribe como hablas.

Además de una corrección que se te supone por ser escritor, lo mejor es que no te hagas el interesante o el moderno. Piensa que las redes sociales son una parte más de la conversación que tendrías con un amigo. Tan sencillo como eso.

Ten en cuenta a tu comunidad.

¿De qué habla la gente que te sigue? Ten en cuenta que formas parte de su universo. Mira cuáles son sus intereses y si coinciden con los tuyos. Si te integras de una manera natural, la interacción también lo será.

Escucha a los demás.

Aporta cosas nuevas, no repitas lo que todos dicen. Cada uno de nosotros tiene una perspectiva única de la vida, algo que puedes reflejar aportando cosas nuevas que te hagan diferente.

Sé consistente.

Tu presencia debe ser constante y segura. Si tratas bien los temas de los que hablas y te mantienes fiel a ti mismo, la gente sabrá qué esperar de tus opiniones y las respetará.

Sé relevante.

Vale, es posible que te guste poner fotos de gatitos, pero no está de más que hables de cosas que importan. Esto puede crear debate: si has logrado tener alrededor una comunidad sana, no pasará nada. Debes evitar los contactos tóxicos que no hacen más que discutir para trolear.

Usa bien los hashtags.

No en todas las redes sociales funcionan igual. Facebook y Pinterest, por ejemplo, no funcionan así. En Twitter, sin embargo, puedes poner un par. Instagram se puede ir a 15. Lo importante es que no los pongas por poner: úsalos si realmente tienen sentido.

No seas un egomaníaco.

No hables todo el rato sobre ti y tus cosas. Eso hace que parezca que llevas una cuenta de publicidad y pierde mucho interés. Hay una regla sencilla: de cada 5 publicaciones, que 1 sea sobre ti.

Evita aleccionar a la gente.

No hagas en la red lo que no harías en una charla en vivo. Corregir en exceso, dar lecciones, burlarse, humillar verbalmente… ten en cuenta que esta va a ser la imagen que des al mundo.

Cuida tu avatar.

Al fin y al cabo, la imagen que gastes en redes sociales va a ser lo primero que vea la gente que te sigue. Es un impacto visual que va a determinar cómo te van a leer a continuación. Tú eliges: sorprendente, equívoco o neutral.

Todo esto viene a decir que lo mejor que puedes hacer es ser tú mismo, transmitir las sensaciones e ideas que te hacen interesante y marcar la diferencia. Si te quieres meter en follones y cámaras de ruido en las redes sociales, perderás el tiempo y, con toda seguridad, la paciencia. Pero eso ya depende de cómo quiera uno comunicarse con el mundo.

Vía: The Write Conversation

Alfredo Álamo

(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.

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