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Se puede incrementar la velocidad de lectura con estas apps

AutorAlfredo Álamo el 8 de diciembre de 2017 en Divulgación
  • La lectura rápida es una herramienta muy útil.
  • Existen muchos grados de velocidad.

Cronómetros de vaarios colores.

Existe un delicado equilibrio entre la lectura rápida y la lectura plenamente comprehensiva. Es imposible que estemos leyendo a velocidades de 750 palabras por minuto y logremos entender todos los matices del texto. Además, no es fácil acostumbrar al ojo y a la mente para alcanzar, o superar, esta velocidad. Sin duda, hay que encontrar el punto justo en el que podemos retener la información y avanzar lo más rápido posible. Para lograrlo, podemos usar algunas apps en nuestras tabletas o teléfonos inteligentes.

Antes que nada, hay que explicar el sistema en el que se basan las herramientas de lectura rápida, que es el RSVP (Rápida Presentación Visual en Serie). El punto clave para que nuestro cerebro se concentre en la lectura rápida es forzar su atención mediante diferencias de color. Bien con un punto fijo siempre en el mismo sitio o bien con un resaltado que guía el ojo a través del párrafo.

Balto es una app que trabaja principalmente con la primera idea. Es una app de pago, aunque tiene un modo gratis que podemos probar, que nos presenta el texto a base de palabras sueltas que aparecen en la pantalla a la velocidad que le digamos. El punto de concentración es la letra del medio de la palabra, que aparece resaltada en rojo. De este modo, podemos asimilar más deprisa la lectura ya que no distraemos la mirada en ningún momento. Cuesta un poco de acostumbrarse a este bombardeo de palabras. Es recomendable el “modo libro” que nos aporta una línea de texto fluido. A su favor tiene que cuenta con varios modos de color, aunque el modo noche -en rojo y negro-, es especialmente horrendo. Disponible en iOS y Android.

La otra app que nos ha llamado la atención es Lectura Rápida. A diferencia de Balto, aquí accedemos al texto de una manera más tradicional, a página completa. En lugar de mantener la vista fija en un punto, es el detalle de color el que va cambiando de palabra en palabra, al más puro estilo karaoke. Tiene varios modos de lectura, dependiendo de la velocidad y el resultado que estemos buscando, pero no tiene variedad de temas. Eso sí, es gratuita, lo que le da un punto extra a su favor. Disponible en Android

Ambas apps nos permiten una lectura rápida de un texto, pero, lo que es más importante, nos pueden ayudar a incrementar la velocidad de lectura por nuestra cuenta, sin necesidad de depender de un dispositivo electrónico. Una vez el ojo se acostumbra y tenemos una mejor concentración, somos nosotros los que decidimos a qué velocidad queremos leer.

Ni que decir tiene que la lectura rápida tiene poco que ver con la lectura placentera y tranquila con la que disfrutar en nuestros momentos de ocio, pero siempre hay libros que queremos leer más deprisa de lo normal, bien por trabajo, estudio u otras obligaciones.

Alfredo Álamo

(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.

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