- Amedeo Balbi y Rossando Piccioni firman este cómic de divulgación científica.
- Einstein, Hubble, Lemaître o Hoyle son algunas de las figuras de esta interesante obra.
El nacimiento de la física moderna y algunos de los más importantes descubrimientos sobre el universo, así como un buen puñado de divertidas anécdotas, es lo que podemos encontrar en Cosmicómic, una obra de los italianos Balbi y Piccioni y que está publicada por Salamandra en su nueva línea dedicada a la novela gráfica.
Hay que decir que la divulgación científica y el mundo del cómic se han dado la mano antes, pero con una perspectiva habitualmente más juvenil. Cosmicómic, aunque no trata de apabullar al lector, está escrito y dibujado desde una perspectiva adulta, y trata más de explicar una historia que de cautivar. Para todos los amantes de la ciencia y de su historia, Cosmicómic resulta una novedad ligera, interesante y muy bien contada.
Según su sinopsis:
Mientras tratan de perfeccionar el funcionamiento de una gran antena, Arno Penzias y Robert Wilson, dos jóvenes radioastrónomos de los laboratorios Bell, en Holmdel, Nueva Jersey, captan un molesto ruido de fondo, omnipresente y misterioso. Corre el año 1964, y así comienza una investigación que los llevará a repasar medio siglo de historia de la ciencia y culminará con uno de los descubrimientos más trascendentales del hombre hasta la fecha.
Siguiendo las huellas de otros científicos, algunos muy célebres y otros apenas conocidos, Penzias y Wilson se topan con hallazgos sensacionales e intuiciones injustamente desatendidas. Desde Einstein y Hubble hasta el cura y científico Lemaître, pasando por el iconoclasta Gamow y el hierático Hoyle, cada uno de ellos entrevió un fragmento de la solución pero ninguno logró visualizar el cuadro completo. Y cuando éste finalmente toma cuerpo, surge la idea de que tras ese ruido banal se esconde algo muy grande, nada menos que la respuesta a la pregunta que la humanidad lleva planteándose desde sus orígenes: ¿cómo y cuándo nació el universo?
El cómic nos cuenta la historia de una investigación que, de hecho, en algunos momentos recuerda a una intriga policíaca, sólo que con otro objetivo en mente: averiguar el verdadero funcionamiento del universo. Los conceptos físicos están muy bien explicados -el formato cómic ayuda bastante a visualizar las ideas- y la historia está lo suficientemente salpicada de anécdotas como para que sea fluida y con momentos divertidos.
En definitiva, Cosmicómic es un buen libro de divulgación científica y un buen cómic; una combinación que lo convierten en un libro muy recomendable, sobre todo por la excelente edición de Salamandra.
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(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.