Biografía de Georges Bernanos
Georges Bernanos fue un pensador y escritor francés que nació en París el 20 de febrero de 1888 y que murió en Neuilly-sur-Seina el 5 de julio de 1948. Extremadamente religioso y de tendencias jansenistas, sus obras reflejan la preocupación por la lucha del hombre entre el Bien y el Mal.Su obra más conocida, Diario de un cura local, presenta los extremos entre los que oscilan los creyentes: la fe y la gracia de la persona sencilla que lucha contra la tentación, representada por el personaje de d'Ambricourt, y la ostentación del que practica los ritos sin creer realmente en ellos, como representa el personaje del Obispo Cénabre. Bernanos también cultivó el género dramático (como demuestra su obra Diálogos de Carmelitas, que también funcionó como guión cinematográfico) y el ensayo. Empezó a escribir ya con cuarenta años, y sus obras se mostraron críticas con la sociedad francesa de su época, contribuyendo con sus artículos con numerosos periódicos relevantes. Sus ácidas críticas y su situación económica le obligaron en ocasiones a huir de Francia, residiendo en Palma de Mallorca y en Brasil, viajando por todo el mundo dando conferencias hasta que el General De Gaulle lo llama de nuevo a Francia en 1945, denominándolo un “héroe francés”, pero él mantuvo hasta el final su actitud crítica, llegando a rechazar la presidencia de la Academia Francesa.A lo largo de su carrera recibió numerosos premios, como el Grand Prix de la Academia Francesa de 1936 por su obra Diario de un cura rural.
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Esta obra la catalogan como una de las grandes de la literatura universal. Puede ser, a mi me decepcionó un poco aunque también puede ser que no la entendí en partes.
El mensaje que me transmite, es de esperanza y arrojo a pesar de la incomprensión y dureza del prójimo. Su escape de esa situación es seguir haciendo las cosas como se tienen que hacer, bien, y luego plasmarlo en su diario. Su diario es un oasis en lo tedioso de la travesía en el desierto que tiene que recorrer, el páramo de su parroquia.
Pero en esa esperanza que posee el párroco de Ambricourt también existe una duda:
"Sólo Dios puede saber lo que soporto. ¿Pero lo sabe acaso?"
El verdadero valor de la religión surge en las circunstancias más adversas, tal parece la idea central de la novela. La lucha de un hombre solo, pobre y despreciado por la gente de su pueblo (además de gravemente enfermo), por mantener la fe y la responsabilidad sin ceder; el resultado es un fracaso y no consigue comprender ni ayudar a quienes le rodean. Una muestra, por lo tanto, de la ideología católica y del firme compromiso del autor.
Al menos es lo que he entendido yo, pues por lo demás el lenguaje y los parlamentos de los personajes llegan a tal nivel de rebuscamiento que a veces es difícil entender hasta lo más elemental.