Resumen y sinópsis de Un perro de Alejandro Palomas
Así empieza Un perro. Con Fer sentado en la cafetería que hay junto a la casa de su madre, y con la repentina aparición de Amalia, que acaba de sacar a pasear a su perrita Shirley una vez terminada la merienda que han tenido todos en su casa. Y Fer, que por no preocuparla decide mentir y no explicarle por qué está ahí solo, sin R, su perro. Pero no podrá mantener el misterio demasiado tiempo. Amalia, a pesar de su particular manera de ser, se da cuenta de todo y acompañará a Fer en su silencio hasta que decida contárselo todo. Con la noticia llegarán también sus hermanas. Y aquí es donde empieza, o mejor, se retoma, el encuentro familiar.
Un libro, en mi opinión, absorbente, tierno, intrigante, que te hace sentir y reflexionar y que creo perdurará en mi memoria.
Es el primer libro que leo del autor y dudo que lea otro, ya que tardaré en olvidar el chasco que me he llevado. Es una historia en la que apenas sucede nada, todo se desarrolla en menos de 24 horas y los flashbacks relacionados con anécdotas familiares tienen más peso que lo que sucede en el presente. La forma de narrar del autor me pareció un poco fría y tampoco logré empatizar con los personajes porque no lograba verle la gracia a ciertas situaciones. La parte final fue la mejor porque varios personajes se sinceraron, pero aún así, el hecho de que no pasara casi nada en las 333 páginas que tiene la novela hizo que me costara horrores avanzar.
Como en el caso de "Una madre" el libro no me acaba de llegar del todo. A veces salto párrafos enteros para centrarme solo en el diálogo y con eso pierdo mucho de lo que me quiere decir el autor. A veces es un poco lento y descriptivo.
Para mi gusto ni cuaja ni termina de explotar
Utilizando un par de símiles boxísticos, podríamos decir que le falta mucha más "pegada" y mucho más "encaje" de lo que es habitual.
Escribir sobre la cotidianidad, la familia, y las innumerables zozobras emocionales que trae la vida, nunca ha sido una tarea fácil de llevar a cabo.
Pocos han sido los autores o las autoras que me hayan podido conquistar en esos terrenos:
...Quizá algunos trabajos de Ignacio Martínez de Pisón, de Use Lahoz, de Fernando Aramburu... Algunas notables narraciones de Alice Munro, Anne Tyler, Elizabeth Strout, Jhumpa Lahiri, Alice McDermott...
A Alejandro Palomas no es que le falte ni mucho menos talento.
En su sencilla prosa si que hay ciertos toques de brillo o de buenos destellos.
Pero de todos modos, bajo mi punto de vista, todavía le falta bastante autenticidad a la hora de transmitir.
Se ve que le cuesta traspasar esa delimitada frontera... esa fina epidermis que te remarca lo que verdaderamente es sentir.
No me ha terminado de convencer.
Me ha recordado mucho a "Un pequeño inconveniente" de Mark Haddon.
El resultado que deja es un poco soso, apático y descafeinado.
Me ha entretenido y desencantado a partes iguales. No podria decir que me ha gustado, pero tampoco disgustado.
Con Amalia me he reído mucho, quien tenga familiares mayores, entenderá a esta mujer, que puede desquiciar a los hijos, pero a la que la edad la hace tierna y amorosa.
Si bien es cierto que todo ronda a la llamada que se espera para que se diga cómo está el perro, en algunos momentos me ha parecido supletorio, dando más relevancia a las relaciones familiares.
Lo mejor, que son situaciones en las que te sientes identificado, por que son situaciones del dia a dia.
Leo "Un perro" el nuevo libro del escritor Alejandro Palomas en el que de nuevo vuelvo a encontrarme con los personajes de "Una madre", la novela que el barcelonés escribió en el año 2014. Habiendo pasado ya tres años desde aquella velada de Nochevieja, ahora, en un trasunto de esa cena familiar, los cuatro familiares convergen de nuevo en una cafetería -regentada por una camarera rumana de novio vasco- en una tarde/noche de "malas coincidencias" mientras -con el tiempo suspendido- esperan el resultado de la operación que el veterinario está realizando al perro de Fernando que ha sido atropellado. El autor, con la clara narrativa que le caracteriza, repitiendo las acertadas caracterizaciones de todos los personajes que ya hizo en el libro-madre, con unos imperceptibles saltos en el tiempo correctamente integrados en la narración y una gran capacidad para plasmar los sentimientos, miradas y expresiones de todos ellos, me transmite el desamparo, la culpa, las heridas profundas, el dolor, las cicatrices, los años, los deseos, los recuerdos, las sorpresas, los tránsitos, las experiencias comunes, las no compartidas y las turbulencias de esta pequeña familia, de la mano de frases verdaderamente bellas que me invitan a reflexionar acerca de lo que somos, de lo que callamos, de los secretos, de las pérdidas y de los abandonos. De escritura más profunda que el anterior -que no más íntima, sino más desgarradora y dura-, me divierte el recurso de utilizar una palabra para enlazar los capítulos en una de las cuatro partes y me hace dudar de mi memoria el sonido del teléfono de Amalia en la página 187 del epub cuando he leído cómo se rompía en la 171. Amena, real, emotiva, sensible, familiar y contemporánea. De 7.