Un lugar como cualquier otro

Resumen y sinopsis de Un lugar como cualquier otro de Miguel Russo

Una rendija de aire filtrándose en los diálogos exasperados entre un hombre y una mujer, el fantasma de una abuela que regresa y los conjuros de un niño que pacta con la muerte, seres gordos de ojos acuosos que le exigen a Enrique continuas mudanzas para huir de la tristeza del barrio, una mujer besada hasta el hartazgo y la erupción de un deseo que nunca se consuma, las múltiples imágenes que se hacen nítidas al fijar la vista en un punto equis del piso y delatan la más absoluta soledad del observador, unos parroquianos refugiados de la lluvia en un boliche de pueblo a la espera de lo que aun no sucede, la inútil vigilia de dos hermanos que hacen del lenguaje la única esperanza para la intemperie, un rengo contando historias que de tan verdaderas parecen inverosímiles, un chico "un hombre" tratando de recomponer el ominoso triángulo en el que sus padres se desdibujaron, una mano señalando una casa más allá del terraplén: una casa para ser feliz en un lugar como cualquier otro...

Los cuentos de Miguel Russo impactan por su estilo despojado, casi oral, casi gestual en lo mínimo. El gusto por el detalle, la descripción de lo casi imperceptible, la elección del paisaje y el valor de la memoria construyen una estética a favor de la experiencia y el realismo más crudo. En la mirada oblicua, extrañada, que rompe el convencionalismo del objeto o el sentimiento expuesto y lo funda nuevamente, reside su principal mérito.

Un lugar como cualquier otro cuenta historias cotidianas, íntimas y aparentemente simples que sin embargo generan en el lector un clima de perplejidad, un estado perturbador hasta la inmovilidad y le construyen un lugar interior que "tras la lectura" ya no será como cualquier otro.