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Es curioso observar cómo nos influye la ideología en el siglo XXI. Tanto el breve resumen de Lecturalia, como el comentario de Quirosan se centran en una intencionalidad que posiblemente haría reír a Balzac.
He leído muchas novelas de Balzac de las que forman parte de "La comedia humana" y la gran mayoría de ellas están protagonizadas indiscutiblemente por personajes femeninos. Opinar sobre la intencionalidad de Balzac leyendo una de ellas es muy atrevido. Es atrevido también después de haber leído dieciséis, así que sólo diré que Balzac busca mostrar un mosaico de la sociedad de su tiempo. Principalmente de aquella parte de la sociedad que no tenía necesidad de trabajar, de las noblezas con mayor o menor fortuna que vivían de rentas. Sus mujeres son fuertes, a veces ingenuas, a veces malvadas, a veces extremadamente bondadosas. Lo que sí es cierto que cada una se desenvuelve en la vida muy marcadas por las costumbres de su sociedad. Los comportamientos son correctos o incorrectos en función de la moral del o de la protagonista y mucho más fuertes sobre lo que considera la sociedad como correcto o incorrecto.
Esta novela en particular muestra a una mujer cuya primera decisión importante va en contra de los deseos de su padre. Su padre le avisa que se ha enamorado del hombre equivocado. Ella hace caso omiso cegada por la presencia y la apostura de su amado y enseguida se da cuenta de su error. Habiendo un matrimonio de por medio y sin caber la posibilidad del divorcio ella sigue viviendo como en una cárcel autoimpuesta y, de alguna forma, inevitable.
Este es el punto de partida de una tragedia. Es el declive de una mujer que ha tomado malas decisiones y que no puede escapar de su destino. Su comportamiento afecta a la forma de ser de personas muy cercanas a ella, de forma que esas personas tampoco escapan de sus propias tragedias.
Lo curioso de la novela es el cambio de ritmo y de trama que hay hacia el último tercio de la novela. Parece otra novela, de hecho, contrasta en ritmo y temática con lo que Balzac suele escribir.
Me ha gustado la novela por esa originalidad, pero es casi tan triste como "La sombra del ciprés es alargada" de Delibes o la película de Charlie Kaufmann titulada "New York, sinécdoque", donde el pesimismo de sus protagonistas hace que sus destinos sean inevitables y, además, arrastren a todas las personas que les rodean.
La verdad es que es una novela de rápida lectura y muy bien escrita pero lo que pretende ser una novela sobre la liberación de la mujer en las primeras décadas del siglo XIX en el fondo es una novela machista y de menosprecio hacia las mujeres, las cuales son descritas de manera brutal. Además tiene un capítulo fuera de todo lugar plagado de piratas. El final decepcionante y dentro del universo burgués de la época: la madre casa a la hija = la revolución desde arriba, cambiar las cosas para que no cambie nada.