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Una lectura fácil, con un lenguaje sencillo y una historia que se va desinflando poco a poco hacia el final. Para pasar un rato, pero no esperar nada especial.
Tremenda decepción.Leí este libro con enormes expectativas tras haber disfrutado enormemente con "Mi hermana vive sobre la repisa..."y el chasco ha sido apoteósico.
Una historia absurda a la que no he encontrado ni un solo motivo que poder salvar en esta reseña.
Me resulto un poco decepcionante después de Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea.
Engancha. Es una historia triste, escrita con gusto exquisito y gran madurez. Aunque los protagonistas sean adolescentes, y a pesar de que creo que en buena medida va dirigida al público adolescente es muy recomendable su lectura.
No está mal, pero desde luego la escritora crea unas expectativas sobre los hechos que va narrando que no corresponden a lo que luego en realidad pasa. Un poco floja, aunque se lee rápido. Me ha parecido para adolescentes.
Hacer un obra narrada en primera persona por un niño o a una niña, tiene la ventaja de que la escritora puede cometer todas las faltas que quiera, lingüísticas, semánticas o morfológicas. Así, Annabel Pitcher, vuelve, con "Nubes de ketchup", a abusar de este recurso que, si bien hizo de su primer libro "Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea", una novela tierna y real, convierte a esta segunda, en una obra para adolescentes. La autora inglesa elabora un libro de fácil lectura protagonizado por una joven de 15 años que se culpa de un suceso y en cierto modo, por ello, mantiene una relación epistolar con un condenado a muerte americano que se ha confesado culpable por otro suceso "similar". A ratos humorística y a ratos emotiva, es de resaltar el buen montaje de la trama que lleva a cabo la escritora y que mantiene el interés del/a lector/a hasta el final. No está a la altura de la anterior y, lo siento, pero no merece el medio escaparate que le ha dedicado la librería Oletum. Sin profundidad, sin riesgo.