Resumen y sinópsis de Los años de espera de Fumiko Enchi
Japón, mediados del siglo XIX, el país vive las vertiginosas reformas modernizadoras y aperturistas de la era Meiji. Pero éstas no terminan de calar en la sociedad donde perduran las viejas tradiciones feudales, sobre todo las que afectan a las mujeres. Tomo está casada con un alto funcionario municipal, Yukitomo Shirakawa. Fue educada para cumplir el tradicional rol de mujer en el seno de un clan samurái: preservar la unidad familiar, garantizar la seguridad de los hijos, y obedecer y satisfacer al marido, incluso a costa de su propio sacrificio. Tomo no sólo debe soportar las humillantes infidelidades de su marido, sino que incluso debe aceptar con sumisión el encargo de buscarle concubinas y acogerlas bajo su techo. Primero será la quinceañera Suga, luego vendrá la extrovertida Yuri...
Con el tiempo, gracias a su inusitada fortaleza interior y a su tenacidad, va reprimiendo su dolor y desilusión, llegando a aceptar a las concubinas como miembros de su familia, incluso viendo el riesgo de que éstas le arrebaten el amor de su marido y el de su hija Etsuko. Fumiko Enchi, como en gran parte de su obra, centra el eje de la trama en las adversidades que sufren las mujeres. Tomando como modelo a su propia abuela, aborda la obligada sumisión de la mujer, impuesta por las tradiciones, frente a su lucha silenciosa por mantener su dignidad, su identidad. En esta novela, llena de sutilezas y sentimientos contenidos, jugando con los estados anímicos de las estaciones, nos presenta un cuadro de mujeres, bien perfiladas y complejas. Derrotadas, afligidas, pero que no reclaman compasión, sino todo lo contrario, admiración, por su entereza.
Con el tiempo, gracias a su inusitada fortaleza interior y a su tenacidad, va reprimiendo su dolor y desilusión, llegando a aceptar a las concubinas como miembros de su familia, incluso viendo el riesgo de que éstas le arrebaten el amor de su marido y el de su hija Etsuko. Fumiko Enchi, como en gran parte de su obra, centra el eje de la trama en las adversidades que sufren las mujeres. Tomando como modelo a su propia abuela, aborda la obligada sumisión de la mujer, impuesta por las tradiciones, frente a su lucha silenciosa por mantener su dignidad, su identidad. En esta novela, llena de sutilezas y sentimientos contenidos, jugando con los estados anímicos de las estaciones, nos presenta un cuadro de mujeres, bien perfiladas y complejas. Derrotadas, afligidas, pero que no reclaman compasión, sino todo lo contrario, admiración, por su entereza.
Las reformas de la era Meiji al final llegaron a las mujeres, pero, como le ocurre a Tomo, tuvieron que pasar por "Los años de espera"
Novela de corte intimista en el que quedan retratadas las duras condiciones de las mujeres en el Japón de finales de siglo XIX.
Las protagonistas viven en la sumisión más absoluta hacia al hombre: Cumpliendo sus papeles de esposas, concubinas y siervas, con el mantenimiento de unas ancestrales tradiciones feudales.
Núcleos familiares en el que sólo prima la satisfacción de los deseos maritales; independientemente de que esto provoque el choque y los celos entre el resto de los personajes.
Publicada en 1957, lo que más me ha gustado de ella es su prosa sensible, sutil y llena de encanto.
Sentimientos y conflictos agazapados, que aunque no se muestren abiertamente, enriquecen el relato.
Si te entusiasman las novelas ambientadas en el Oriente con sus consiguientes tipismos y particularidades, pasarás más de un buen rato.