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Quién no ha mirado a hurtadillas, ya sea desde una ventana o, como el protagonista de la novela, por el hueco de una pared, a los demás. Yo sí. A veces me he entretenido, cual voyeurista, desde la ventana de mi cuarto, tras la cortina y con la luz apagada, mirando al apartamento de una vecinita de lo más simpática mientras ésta hace alguna que otra actividad o interactúa con su marido. Aún no la he visto con él en plena intimidad. Pero cuando se hablan veo los gestos que hacen, no los puedo escuchar, pero veo sus actuaciones. Y entonces comienzo a imaginar de qué va.
El protagonista de "El infierno" no sólo los ve, los escucha también. Todas las escenas de que es testigo aparecen reproducidas en la obra. Leyéndola, uno se convierte en el ojo de aquel voyeur.
La novela es profunda, reflexiva es muchos pasajes. Contiene, entre otros de diversa índole, datos sobre astronomía, con base a los cuales el narrador-protagonista se pregunta si estamos solos o no en el universo. Según los argumentos que nos proporciona, es muy probable que lo estemos. Y a menos que seas un terraplanista convencido, te lo llegas a creer, así como el protagonista mismo. ¿Será que la humanidad está completamente sola en la aparente infinidad del espacio cósmico? Por ahora mejor me ocupo de mí, después ya veremos.
"¿Qué soy yo? Soy el deseo de no morir. No sólo esta noche en que me impulsa la necesidad de construir el sueño sólido y poderoso que ya no abandonaré, sino siempre. Todos somos, siempre, el deseo de no morir. Es innumerable y variado como la complejidad de la vida, pero en el fondo es esto: continuar siendo, ser cada vez más, expandirse y perdurar. Todo lo que tenemos de fuerza, energía y lucidez sirve para exaltarse, sea como fuere. Nos exaltamos con impresiones nuevas, con nuevas ideas. Nos esforzamos por aprender lo que no tenemos para sumárnoslo. La humanidad es el deseo de lo nuevo sobre el miedo a la muerte. Es así, yo lo he visto. Los movimientos instintivos y los gritos libres se dirigen siempre en el mismo sentido como señales y en el fondo, las palabras más diferentes son semejantes."
En algún momento te alcanzas a sentir identificado con el protagonista y su forma de observar a las personas. La novela tiene fragmentos interesantes al referirse a las distancias y los procesos de descomposición, ademas de las profundas reflexiones que se hace a si mismo.