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El mentiroso, obra deliciosa, aunque demasiado corta, del gran autor Henry James, me ha parecido fascinante.
El estilo narrativo de James es claro y sencillo; y con enorme maestría es capaz de llevarnos a través de una historia, donde el autor juega con nosotros al escondite, nos sugiere y nos oculta información. Este efecto lo consigue haciendo que el lector conozca toda la historia a través de los ojos de Lyon, de forma que solo conocemos una versión de la misma. Este sugerir "a medias" parece ser un elemento característico que se aprecia en buena parte de las novelas del autor inglés.
Centrándonos en la historia, sin desvelar nada, poco se puede decir, salvo que el personaje del pintor, es lo que motiva la novela. La visión idealizada de su antiguo amor, casada con un mentiroso compulsivo, lleva a Lyon a idear un plan para, según él, desengañar a Everina y conseguir una oportunidad de recuperarla. A partir de ahí, la novela se desliza entre el triángulo sentimental y un cúmulo de engaños, hasta un final insólito e imprevisible.
La verdad es que merece la pena leerla, y no solo por su corta duración, si no por la capacidad del autor inglés para desconcertar y sugerir al lector.
Curiosa de verdad,es lo único que puedo decir de esta singular historia. Entretiene y sorprende.