Resumen y sinopsis de Los ojos cerrados de Edurne Portela
Los ojos cerrados es una novela de un solo lugar, un pueblo que podría tener cualquier nombre y que por eso se llama Pueblo Chico. Pueblo Chico está anclado en una sierra agreste que a veces se cubre de niebla, otras de nieve, una sierra en la que a veces se pierden los animales, desaparecen las personas. En el pueblo vive Pedro, el anciano protagonista de esta novela, depositario de secretos que rodean a la violencia que ha atravesado el lugar durante décadas. Cuando Ariadna llega a Pueblo Chico por motivos al principio poco claros, Pedro la observa y vigila, mientras Ariadna va desvelando su propia vinculación con la historia silenciada del lugar. El encuentro entre pasado y presente, entre Pedro y Ariadna, da pie a una novela en la que Edurne Portela indaga sobre una violencia que si bien trastoca para siempre la vida de los personajes, genera la posibilidad de crear un espacio de convivencia y solidaridad.
Un libro, otro más, sobre la guerra civil y sus alrededores. Si dejamos aparte el tema, la forma en la que está escrito me ha gustado y aunque haya saltos y cambios de personaje si he podido seguirlo bien. Interesante.
No me gustan nada los libros que están escritos de manera tan poco convencional, como es el caso de esta novela. Hay muchas cosas que no me han quedado claras y el final... Vamos, que no me he enterado de la madre del cordero de la historia.
Me ha sorprendido mucho esta última novela de Edurne Portela porque abandona sus temas habituales y crea unos personajes muy distintos a los de sus otras obras. Me gusta su estilo narrativo, pero en esta ocasión la historia me ha resultado algo deslavazada, inconexa, ya que se sitúa en dos espacios temporales —la guerra, la posguerra y nuestros días— que se alternan, y es fácil perder el hilo. Es una novela dura y desgarradora, que habla sobre todo de la violencia y su memoria.