Red social de literatura, comunidad de lectores y comentarios de libros 111.861 libros, 24.630 autores y 89.962 usuarios registrados

Los vencedores del Aconcagua

Daila Prado
Los vencedores del Aconcagua

Resumen y sinopsis de Los vencedores del Aconcagua de Daila Prado

Para Jorge Luis Borges, el Aleph está en El Cairo, en la columna de una mezquita que data del siglo VII. El poeta supone que dentro de ese Aleph está el Universo. En ese lugar, están las esencias de todas las cosas, de las habidas y por haber, están los ideales. Antes, supuso haberlo descubierto dentro del Aleph del sótano de una casa vieja del Barrio Once porteño, propiedad del primo de Beatriz Viterbo, de quien estuvo enamorado. Ella ya había muerto.

La escritora Daila Prado, en su novela Los vencedores del Aconcagua, trata de llevar el ideal al pico más alto del Aconcagua, cuya ascensión aún no ha sido posible. ¿Cuál es el ideal? La democracia, esa doctrina genitora personalizada en Juan Domingo y Eva Perón, los dos últimos líderes sudamericanos.

Unos jóvenes tenientes del Ejército Argentino se presentan ante el presidente Perón solicitándole que les permita llevar a cabo una empresa que significa una atrevida aventura. Nos damos cuenta cuál es. En el fondo, es la misma concebida por Daila Prado, la novelista que encarna en la pareja de los líderes el total idealismo de la democracia como la felicidad de los pueblos. El General Perón ha sido militar de montaña. Fue a parar a los Andes para olvidar la muerte de su primera esposa y ahí se accidentó. La montaña es bella y llama a los andinistas con la lejanía de las nieves y sus colores que cambian según el reflejo de la luz; ahí cuando llegan, se los devora a su manera.

El lector que a la vez escale por la trama novelística de Los vencedores del Aconcagua, en la leyenda de "los vencedores del Aconcagua", se sentirá fatigado como si fuera actor del severo propósito. La autora plantea la antinomia de los hechos porque la cruel dictadura de Aramburu-Rojas ordenará destruir a los ideales de la montaña: Pedro Eugenio Aramburu necesita alguien que quite del Universo geográfico las esculturas. La antinomia consiste en que el mismo oficial que los subió se ofrezca a bajarlos.

Confieso que por esos años de la dictadura yo vivía en París y no me enteré de este suceso, pero no niego la posibilidad del mismo.

Ha participado en esta ficha: samucga