Usamos cookies propias y de terceros con fines publicitarios, de sesión, analíticas y de redes sociales.
Cualquier acción que no sea su bloqueo, o la solicitud expresa del servicio vinculado a la cookie, implican el
consentimiento para su uso. Consulte nuestra
Política de privacidad
Sabido es que no resulta conveniente vivir sólo de sueños.
Sabido es que las personas demasiado sensibles están condenadas a padecer cada día las crudezas de la realidad.
Sabido es que el mundo no pertenece a los cobardes.
El narrador de esta historia, un cobarde demasiado sensible, sólo ha vivido de sueños. Ahora vive de recuerdos, y rememora especialmente una de sus muertes anímicas, la más dolorosa, la única que pudo haber evitado. Pero también murió entonces, cuando mató.