Resumen y sinopsis de Una mañana de marzo de Joaquín M. Barrero
El despacho del detective Corazón Rodríguez es asaltado con violencia. Todos sus archivos desaparecen, pero gracias a las copias de seguridad establece que hay tres casos que pueden haber motivado el atraco: la desaparición en 1956 de un coronel del Estado Mayor, la búsqueda de una mujer que mantuvo una intensa relación con un brigadista inglés al comienzo de la Guerra Civil, y el rapto de una joven alemana por una red de prostitución. Corazón se adentra en el tiempo y, con el lector, descubre las grandezas y las miserias de unos seres atrapados en trágicos momentos de la historia de España con el conmovedor fondo de los niños enviados a la URSS en 1937.
Ilustrativa y entretenida, Una mañana de marzo ahonda en la dolorosa cicatriz entre las dos Españas que se pelearon en la Guerra Civil. Pero esta vez lo hace de una manera más impactante que en episodios anteriores. Así que leer este libro de más 500 páginas resulta toda una lección de Historia contemporánea contada con maestría y de manera adictiva.
Joaquín M. Barrero y yo somos viejos conocidos. Ya me he leído obras anteriores suyas y ha conseguido mantener el tipo en cada libro. Y es que Barrero es un buen escritor que posee un estilo de escritura ágil, sencillo y con una buena ejecución. Para conseguirlo, usa una prosa dinámica, profunda y con un desarrollo aceptable, un lenguaje pragmático y unas descripciones normalitas, sin nada destacable. Y como siempre, llegamos a los personajes. Son el plato fuerte de la novela. Y es que Barrero es capaz de construir personajes memorables con gran verosimilitud y mantenerlos en un maravilloso equilibrio entre la ficción y la realidad histórica.
En Una mañana de marzo, volvemos a discernir a través de la Historia para descubrir un crimen. Corazón Rodríguez, el carismático detective privado de entregas anteriores, se encuentra con que su despacho ha sido saqueado y uno de sus empleados agredido. Han robado tres expedientes que, en principio, no tienen nada que ver unos con otros: la búsqueda de una joven ucraniana desparecida en Madrid, otra búsqueda de una mujer de la que solo se sabe que vivió en Madrid durante la Guerra Civil y la investigación de un posible crimen: la desaparición de un coronel cuando estaba en viaje de placer. Estos tres casos se entrelazan de manera sublime en una trama llena de mentiras, equívocos y maldad creando un retrato fidedigno de la España de hace casi 90 años y como hemos evolucionado (o no) en este tiempo. Pero hay un fallo considerablemente grande. Y es que la resolución del misterio es demasiado temprana. Acostumbrada a tener que esperar casi hasta el final para que todo se resuelva, descubrir tan pronto todo el tinglado hace que pierdas mucho interés en el desenlace de la novela que, dicho sea de paso, resulta obviamente abierto y descaradamente feliz.
En definitiva, Una mañana de marzo es la novela más floja de todas las que tiene el autor. Sirve como distracción tras lecturas más pesadas o como puro entretenimiento. Pero no te deja esa sensación de plenitud como sus predecesoras hacían. Y es que tenemos necesidad de justicia, de resarcir a las víctimas de la Historia, aunque solo sea a través de la literatura, contando una trama que jamás ocurrió, pero que a la vez ha pasado, muchas más veces de las que queremos admitir, una mañana de marzo. O de cualquier otro mes.
Me parecía interesante la temática y la verdad que el autor demuestra conocimientos de hechos históricos, pero me ha parecido liado, continuamente saltando de fechas, personajes...me ha costado terminarlo. No creo que lea más de este autor.
Nueva historia de este autor, en el que el detective Corazón Rodríguez deberá enfrentarse a un caso complicado de investigar, y que nos traslada a los años de la Guerra Civil española, con el envío de miles de niños a Rusia. Interesante.
Otro extraño e inquietante caso para el detective privado Corazón Rodríguez, en el que vuelve a entremezclarse nuestro accidentado presente con el pérfido y doloroso pasado.
La resolución de tres casos aparentemente sencillos y sin ningún nexo de unión, le pondrán sobre la pista de otro que se prolonga terriblemente en la distancia y en el tiempo.
Joaquín M.Barrero sabe conjugar muy bien la intriga con la historia.
Ya lo hizo espléndidamente en "El tiempo escondido", en "La niebla herida", y también lo logra hacer con esta tercera entrega en la que se adentra en la vida de los niños españoles que fueron enviados a Rusia huyendo de nuestra guerra.
Me pareció interesante y entretenida, pero a veces la trama se enreda tanto, que cuesta seguir la ruta y la vía de salida.
Resulta un poquitín más densa que las dos novelas anteriores.
La última novela editada por el autor, nuevo caso para el detective Corazón Rodríguez que te lleva de nuevo a la España de la guerra civil, con la esperanza de familias que enviaban a sus hijos a Rusia para que tuvieran un futuro mejor.