Resumen y sinópsis de En lugar seguro de Wallace Stegner
Cuando dos jóvenes parejas se conocen durante la Gran Depresión surge entre ellas una amistad que durará toda la vida. Son muchas las cosas que inicialmente comparten: Charity Lang y Sally Morgan están esperando su primer hijo, y sus maridos Sid y Larry son profesores de Literatura en la Universidad de Wisconsin, aunque su relación se va haciendo más compleja a medida que comparten décadas de lealtad, amor, fragilidad y desacuerdos.Treinta y cuatro años más tarde del inicio de esta amistad los Morgan visitan la colonia de veraneo de sus amigos en Vermont para el que saben será su último fin de semana junto a Charity. Durante esa visita Larry rememora todos sus años de amistad: las alegrías, las penas, las ilusiones y también los sueños que quedaron por cumplir; pero por encima del relato de los hechos late una profunda reflexión sobre el amor y la amistad, sobre los intentos de cuatro personas por hacer frente a las tribulaciones de la vida.
Publicada originalmente en 1987, e inédita hasta ahora en castellano, En lugar seguro se ha convertido por derecho propio en una de las novelas americanas más apreciadas del siglo XX. Con esta novela Libros del Asteroide inicia la publicación de la obra de Wallace Stegner en español, que continuará con Ángulo de reposo y The Spectator Bird.
Una novela que transmite sabiduría. Nos muestra de qué va la vida. Es sincera, emotiva y profunda. Te hace reflexionar y cuestionar bastantes elementos de tu propia vida. Me ha gustado especialmente la primera parte cuando son jóvenes, la vida está cargada de ilusiones y esperanzas. Después está la enfermedad, los problemas de pareja, el enfriamiento de la amistad. Y el final tan esclarecedor de cómo somos en realidad, nuestras limitaciones, las desilusiones, el envejecimiento, la pérdida de inocencia. Muy recomendable.
Este libro me gustó porque es como el libro costumbrista de los EEUU después de la II Guerra Mundial. De estilo parecido a Alabama song o Vía revolucionaria.
La terminé. En la anterior entrada hablaba de lo contingente que es la lectura. Me pasó con En lugar seguro, de Stegner. Ya me gustaría volver a leerla, sobre todo esa parte final, de un tirón, que se me fragmentó con las mil pedradas de la vida. En fin, no hay marcha atrás para nuestro río, Heráclito. Bueno, no es para ninguna tragedia, todo es aprender y tomárselo con humor.
Y de algún modo esta novela tiene que ver con esto del tiempo implacable que avanza, y del ritmo humano que le vamos poniendo, precario, acelerado o moroso, y tantas veces más allá de nuestro deseo. Me gustó este modo de narrar de Stegner, muy bien dirigido por la voluntad de contar, yendo a lo que le interesa al narrador, dejando al lector a veces un poco rezagado, sin algún dato, para que corra a unirse al pelotón cuando unas páginas más adelante se entera de lo que quedó tensamente suspenso.
Contar la vida es siempre elegir, desestimar, podar, con un poco de inseguridad con respecto a lo que es verdaderamente importante, y con la apertura a lo que todavía no ha terminado, a alguna revelación, y que podría cambiar la narración si continuase. Y los finales abiertos hablan de esto.
Pero hay que contar, asumir el riesgo. Y Stegner lo hace, y muy bien.