Resumen y sinopsis de Mimoun de Rafael Chirbes
Un profesor de español llega a Marruecos con el vago propósito de concluir una novela. Se instala en Mimoun, un pueblo del Atlas, y allí se cierne sobre él un extraño tejido de relaciones en el que los personajes se mueven, tropiezan y desaparecen como bolas de un billar americano.El Marruecos de Mimoun no es un marco exótico, sino un espacio palpitante y hostil donde los personajes buscan la fuerza necesaria para seguir viviendo. Escrita en un estilo contenido, más sugerente que indicativo, es al mismo tiempo una narración tensa y pasional que no oculta su pretensión catártica. Veinte años después de su primera edición, Mimoun, la primera novela de Rafael Chirbes, que fue tan bien acogida por la crítica y los lectores, sigue brillando en su narrativa como una joya de inquietante belleza.
Ha participado en esta ficha: yiyolon
La primera novela de Chirbes, de escritura pulcra y trabajada, tiene algo de novela sobre la elaboración de una novela, algo de novela de campus también y otro poco de novela negra, pero sin llegar a ser nada de ello. Ante todo, esta “Mimoun” es novela de un lugar, el pueblo marroquí que le da título y que configura un espacio propio, opresivo, prácticamente el protagonista real de un relato descriptivo, cargado de olores, ruidos, colores apagados pero intensos, donde todo es sucio, material, a la vez que extrañamente abstracto, perdido en lo indefinido de una consciencia; la del desubicado narrador, que no sabemos muy bien qué hace ahí (ni él mismo lo sabe), que se abre paso en un entorno cerrado, disimuladamente hostil... el escenario de su decadencia y de un proceso auto-destructivo a manos del alcohol y la promiscuidad (homo)sexual.
Al su alrededor se mueven unos cuantos personajes: Francisco, su hipersensible y bipolar compatriota y compañero de piso, Hassan, el amante clandestino, una asistenta doméstica con no poco de hechicera, un policía corrupto… todos parecen ocultar algo y estar relacionados con un misterio que se concreta en la figura de un vecino francés aficionado a la poesía; los acontecimientos se precipitan en forma de acto de violencia cuyas causas nunca llegan a quedar claras, sólo se insinúan.
El texto incluye diálogos en francés sin traducir como nota distintiva, de modo que a veces nos enteramos de lo ocurrido a partir del contexto. Marruecos, lejos de lo exótico, del cliché (aunque cae, a su vez, en otros clichés), es territorio de una corrupción que se apodera de uno, relacionada con la indolencia; un espacio de simulaciones y de paranoia, desconfianza hacia los locales, puñaladas por la espalda, donde no cambia nada y es el ambiente, sus habitantes, quienes te cambian a ti. Un lugar maldito, o poco menos, con un pasado del que hablar entre murmullos, que se repite fatalmente, de callejas y tugurios, prostitución y perros callejeros, azotado por una lluvia persistente; el encuentro, en fin, con un extrañamiento, el de un protagonista que huye en busca de un sentido y que acaba encontrando su propio vacío interior proyectado en un paisaje desolado.