Resumen y sinopsis de Veinte poemas de amor y una canción desesperada de Pablo Neruda
Publicado por primera vez en 1924, Veinte poemas de amor y una canción desesperada es, quizá, el libro de Neruda que ha obtenido una más vasta popularidad y a la vez significó la plena consolidación del prestigio literario de su autor en el área hispánica. Obra de gran envergadura literaria, el remanente de la herencia modernista fue aliado en ella por Neruda de modo admirable a los hallazgos expresivos de la nueva vanguardia en una serie de piezas de conmovida intensidad lírica, cuyo acento de plenitud vital, exaltación genésica y erotismo panteísta cede el paso, en la hora de los duelos y las separaciones, a un tono de melancolía que le hermana a la herencia romántica. Intocables en su definitiva rotundidad de pieza maestra, estos Veinte poemas de amor y una canción desesperada constituyen, sin duda, una de las mayores cimas de la poesía amorosa en lengua castellana.
Hay que reconocerle al Neruda escritor (a su persona ya le dedicaré alguna línea, hoy no toca) varias y asombrosas virtudes:
La primera y rotundamente más importante es su jupiteriana capacidad visionaria.
Sé bien lo que digo, a sus apenas 19 primaveras el poeta chileno no sólo vaticinó la apasionada relación que mantendría un servidor con su suegra años después, sino que creó en el primer verso de su decimoquinto poema toda una declaración de intenciones, tan rotunda como cristalina:
"Me gusta cuando callas" arreglándolo después con un sutil "porque estás como ausente".
Muchos pensaréis, ¡qué bruto!
¡Pobre suegra!
Muy bien.
¡Quedárosla!
No os preocupéis por su manutención que mensualmente os envío 5 balas de heno y un cencerro última generación a finales de año.
En lo que se refiere a literatura, el poemario de don Pablo destaca por la sencillez de sus palabras, no precisa el autor de vocabulario rimbombante, el diccionario seguirá guardando polvo.
Belleza natural sin maquillaje.
Es cierto que en el XXI año 2 D.C.. (después de Covid) el modernismo de Neruda se nos queda como el rebobinado de las casetes con boli (y habrá alguno que no sabrá de lo que hablo) pero en su época y sin negarles el garrotazo en la cabeza, quieras que no era un avance, insufrible e insuficiente, pero resultón para su siglo y contexto.
¿No?
Lean a Lorca lean... claro que a este lo fusilaron y ya con esto lo hicieron héroe, como cura al sinvergüenza (en asuntos de faldas) un injusto baño de plomo.
Dos grandes, sí, porque ambos pintaban con palabras un realismo social con ánimo de mejorarlo, aun cuando ninguno predicara con el ejemplo, en especial, en femeninos asuntos.
Veinte poemas de amor y una canción desesperada es el grito desamparado de un adolescente que empieza a dejar de serlo, con sus primeras heridas sin cicatrizar que supuran al tiempo esperanza y desdicha en un mismo fluir.
Y en ese frescor de la edad (recuerden lo del casete y el boli) la danza hormonal se aprecia en la idealización de una amada que está en todos sus poemas y en ninguno, tan imprecisa como imposible y a fin de cuentas, inalcanzable.
Pero por encima de todo, bello, incluso para los que bebimos el caldo del romanticismo ¡en botijo y a morro!
Como escritor y mago de la palabra Neruda fue un genio, incluso en pleno hervor, como demuestra este excelente poemario.
¡¡Ay Pablo si yo hubiera tenido ese pico a mis 19!!
¡¡Bolos todas las noches!!
No se puede objetar nada a Neruda, al poeta. Buenos poemas de amor.
Pura sensibilidad. Una maravilla escrita con la pluma de un alma enamorada.
Si bien la descripción proclama a este libro como la obra de la poseía latinoamericana, creo que los veinte poemas y la canción desesperada no le hacen justicia a dicho título. Son poemas llevaderos, ordenados caprichosamente (porque no presentan rima, a veces sí, ni métrica, y por esa rebeldía son llamados de vanguardia) y de imágenes muy fuertes como también muy pobres.
Lo recomiendo a quien quiera pasar una tarde leyendo un poco de poesía y adentrarse en la Literatura de este autor.
Precioso. Me encantan todos y cada uno de los poemas.
No hace honor a su fama,sólo logró gustarme el número 20.
Una obra de una gran fuerza lírica y una gran originalidad expresiva.
Un espléndido libro de amor juvenil, que destaca por su concepción poética; y en el que las imágenes, los símbolos y los recursos estilísticos, desentrañan la figura de la mujer como la de la verdadera musa de la pasión idealizada.
Muchos de ellos se han hecho tan populares, que han pasado a la fase de lo imperecedero y lo eterno. Hallando cobijo o refugio en nuestras presurosas y latentes vidas.
Me fascina cada poema de esta obra. Los mejores son el poema 15 y el poema 20.
El libro más difundido de la poesía hispanoamericana, de un poeta aún en su época de juventud y heredero de la corriente modernista. Contiene poemas que han pasado a la historia, especialmente el número 20 (“puedo escribir los versos más tristes esta noche”), insuperable. Evoca los sentimientos del amor y de la nostalgia a través de la naturaleza y de la figura femenina, brumosa, idealizada en el recuerdo, y aunque lo hace con indudable sensibilidad y talento, se me atragantan algunos versos y figuras poéticas que utiliza (“eléctricas gestiones”, “vasos del pecho”), por lo que no termino de apreciar toda su grandeza.
Poesía fácil de leer, aún así profunda. Sin muchas vueltas, se entiende en la primera lectura, no hay que volver atrás para entender el sentido. En síntesis, es disfrutable aún para quienes no leemos poesía habitualmente.