- El acto de escribir ayuda a mejorar nuestra vida.
- Mejora la expresión, el aprendizaje y reduce el estrés.

Os hemos hablado en varias ocasiones de cómo la lectura es buena para el cerebro y de cómo nos afecta de una manera positiva en nuestra vida diaria. Pues bien, la escritura también posee numerosas cualidades que pueden ayudarnos frente a situaciones complicadas y que son capaces de mostrarnos nuevos caminos y soluciones. Sí, escribir es una actividad sana para la mente, aunque no estemos hablando sólo de dedicarnos a la literatura. Llevar un diario donde anotar nuestros pensamientos todos los días, por ejemplo, es una actividad útil.
Mejora tu comunicación.
Nuestra cabeza suele estar llena de numerosos pensamientos abstractos que dan vueltas y vueltas. Sí, tenemos buenas ideas, pero suelen estar poco definidas, llenas de flecos. Pon por escrito lo que te ronda y encontrarás una manera genial de concretar estas ideas. Si te acostumbras a ello, mejorará la manera que tienes de comunicarte con los demás, serás capaz de transmitir mayor seguridad y te entenderán mucho mejor.
Ayuda a enfrentarse con situaciones difíciles.
En momentos difíciles es más fácil centrarse en las malas decisiones que afrontar los retos que tenemos por delante. Un estudio universitario realizó un seguimiento sobre más de 60 personas que acababan de ser despedidas. Aquellas que dedicaron un tiempo a escribir todos los días, bien de manera creativa o expresiva (diarios, notas) tardaron mucho menos en conseguir un nuevo trabajo, además de sufrir menos problemas psicológicos y relacionados con el alcohol.
Es una nueva oportunidad para aprender.
Escribir lleva aparejado un notable trabajo de documentación. Es una manera genial de profundizar en temas que ya conocemos pero también de aprender campos completamente nuevos. Hay que tener en cuenta que en una narración hay que darle vueltas y más vueltas al sujeto de la novela o el cuento. Aprender es un agradable efecto secundario.
Te ayuda a organizarte mejor.
Si conviertes la escritura en una rutina obligatoria comprobarás que es más fácil organizar tu tiempo, articulando un nuevo horario fuera del trabajo en torno a una actividad placentera. Además, escribir te lleva a organizar estructuras, llevar archivos de personajes y escenarios o a ser capaz de hilvanar eventos a lo largo de cientos de páginas. Todo ello repercute en el resto de tu vida.
Conocerás nuevas personas.
Si te pones a escribir, aunque sea de manera amateur y por puro placer, no tardarás mucho en conocer a más gente con tus mismos intereses. Ampliar tu círculo de amistades y contemplar nuevos puntos de vista siempre es enriquecedor. Si estás afrontando cambios diría que es hasta necesario.
Reduce el estrés.
Se ha estudiado a fondo el efecto de la actividad en sí sobre el cuerpo humano. Cuando escribes, la respiración se relaja y el corazón baja su actividad, al mismo tiempo que se ponen en marcha áreas del cerebro relacionadas con la memoria y la reflexión. Se compara este efecto con el logrado por una profunda meditación, reduciendo los niveles de estrés.
Estos son sólo algunos de los efectos beneficiosos de la escritura sobre la salud, pero seguro que hay más. Si escribís nos gustaría conocer en qué os ha ayudado en vuestra vida diaria. Os esperamos, como siempre, en los comentarios.
28 de junio de 2016 a las 17:18
He creado un pequeño mapa mental en relación a esta entrada tuya tan inspiradora.
http://unbosqueinterior.com/blog/escribir/
28 de junio de 2016 a las 22:51
Si, de verdad he sentido esa sensación de libertad que da escribir todo lo que te viene a la mente, cada que lo hago me siento relajado y muy satisfecho.
1 de julio de 2016 a las 17:52
La verdad es cuando tienes que escribir por obligación y explicar todo para diferentes lectores es complicado no caer en el estrés y complicar todo lo que se escribe.
Ser claro escribiendo es una virtud y como toda virtud se consigue practicando mucho y dándose uno mismo cuenta de qué es lo que se quiere transmitir.
Me ha encantado la parte de concretar ideas, eso es lo que nos hace falta muchas veces.
Muchas gracias por el artículo.
Un saludo.
10 de julio de 2016 a las 10:27
Saludos.
Interesante reflexión.
¿me permites un apunte?
Así como en este blog se exige corrección ortográfica y gramatical, se podría exigir explicitar las referencias a estudios mencionados en las entradas. Los que “somos de ciencias” huimos de sitios (web) donde se escribe “un estudio” y no hay enlace ni referencia al mismo. Hacemos esto porque todo el peso dela argumento recae en algo que no vamos a poder comprobar.
Es muy fácil que se haya interpretado mal dicho estudio. Incluso si esa es la conclusión de los autores. En cualquier caso, se ha escamoteado al lector de este blog la oportunidad de saberlo.
Ya sé que este no es un blog de ciencia. Sin embargo, referenciar o citar la fuente del argumento podría ser una sana costumbre que podrian imitar de la literatura científica. Sirva de ilustración de lo que intento decir que enseñamos a nuestros alumnos que si alguien empieza su argumento con “un estudio…” y no hay referencia al mismo, el que escribe miente o no sabe de lo que habla o no quiere que lo compruebes.
Estoy seguro de que este no es el caso. Pero es sorprendente que, precisamente en la web de los hiperenlaces, se escriba omitiendo la fuente de nuestra argumentación. En mi opinión, que el lector tenga la oportunidad de hacer el mismo recorrido que ha hecho el autor de la entrada es de un enorme valor.
Un saludo y gracias por escribir su reflexión en esta entrada.
22 de julio de 2016 a las 1:15
[…] Alfredo Álamo recently posted a story on Lecturalia, on how a university conducted a study that involved following 60 people who had just been fired from their jobs. […]
19 de agosto de 2016 a las 0:06
Yo me veo identificado en estos efectos positivos. Siempre he tenido dificultades para hacer amigos y, desarrollar la afición escribir en foros y comunidades varias me ha reportado conocer a más y más afines personas que ningún otro método.
Además, hace unos pocos años sufrí de migrañas crónicas y proponerme la literatura como una actividad profesional me ha ayudado a sobrellevar temporadas en la que el dolor me duraba las 24 horas.
También está siendo la excusa perfecta para dar rienda suelta a mi curiosidad e imaginación, siempre encorsetada con horarios, restricciones y planes de estudios.
Con un poco de ahínco algún día me dará trabajo.
Lo que aún estoy esperando es que me ayude a organizarme, ni la escritura ha logrado eso.
4 de septiembre de 2016 a las 18:23
[…] Escribir es bueno para tu cerebro […]
4 de septiembre de 2016 a las 22:23
Hace poco estuve leyendo un libro de fisica en ingles y no lo entendia. Tuve un segundo intento y fue peor porque me estreso no seguir comprendiendolo. La solucion fue traducirlo pero escribiendolo a mano en un cuaderno. El osado reto me llevo a comprenderlo plenamente y lo hice con tanto placer que me relajo muchisimo.
8 de septiembre de 2016 a las 22:07
[…] http://www.lecturalia.com/blog/2016/06/28/escribir-es-bueno-para-tu-cerebro/ […]
26 de septiembre de 2016 a las 21:36
¡Muchas gracias!
26 de febrero de 2019 a las 4:36
Excelente sugerencia amigos muchas gracias.
7 de marzo de 2019 a las 19:56
De acuerdo contigo Curioso
Gracias por compartir tan enriquecedor escrito Alfredo Álamo
Saludos
8 de marzo de 2019 a las 19:33
Escribir es vivir tu propia aventura, la trascendencia en este plano, tu memoria en el trayecto, es un paso a la inmortalidad aunque solo sea para ti.
8 de marzo de 2019 a las 19:37
Escribir es vivir dos veces, una vida es la física, de donde tomarás la experiencia y la otra ideal que plasmarás en una hoja de papel, una vida corresponde a tus cuerpos físico emocional e intelectual, la escritura corresponde a tu naturaleza inmortal, y a la trascendencia eterna.