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Leo "Zonas húmedas" que la escritora y presentadora de televisión, Charlotte Roche, escribe en primera persona, introduciéndonos la idea suprema de la felicidad de una joven desinhibida de 18 años, como es la de meter a las parejas de sus padres divorciados en un geriátrico y cuidar a sus progenitores en casa donde los acostará "en la misma cama hasta que mueran". Así, a propósito de una operación de fisura anal de la adolescente, la autora inglesa, elabora un libro escatológico, guarro y vomitivo (dice que le "pican las almorranas", "hace mucho tiempo que vengo experimentando con el cho***** no lavado", "yo utilizo mi esmegma como otros sus frascos de perfume", "me gusta que el esperma se seque en la piel" para luego sacarlo a mordisquitos y darle vueltas en la boca, dice que se bebe sus vómitos mezclados con los de otra chica, le gusta hacerlo en cuclillas cuando tiene la regla y le encanta que se lo chupen en esos días, se intercambia los tampones usados con una amiga y se los ponen de nuevo, se maquilla la parte interior del "cho***" siempre que tiene una cita para fo****,...). Además de que no me han gustado sus afirmaciones de que "sin los hombres a las mujeres les daría igual ir peludas o no" y de que "me encamaría con cualquier gilipollas para no tener que estar sola en la cama o dormir sola una noche entera. Cualquiera es mejor que ninguno", se me ha revuelto el estómago leyendo esta marranada a lo gore. Bueno, he aprendido por qué los hombres se levantan empalmados, por qué no pueden darte anestesia con el estómago lleno y por qué se llama paja a los palitos de plástico. Por su valentía (la de la autora -al escribirla- y la de su editorial -al publicar la novela-) le doy un 2.
Me parece una buena novela; esta bien escrita y consigue hacernos sentir algo, en este caso pueda ser asco, curiosidad, morbo, o incluso simpatía por la protagonista. Me parece que la autora ha conseguido hacer vendible su libro a través de la provocación, de mostrar explícitamente los comportamientos escabrosos y truculentos de la protagonista. Pero eso no le quita mérito al retrato que hace de la joven y a su muy bien conseguido diálogo interior. Otra cosa es que nos pueda el asco y por eso se rechace una obra, que yo califico de artística.
Una lectura repugnante, superficial y sin sentido alguno. No he podido pasar del 10% de su contenido puesto que no he encontrado en ningún momento un razonamiento lógico para ofrecer a los lectores un argumento tan extravagante y carente del más nimio destello de enriquecimiento tras su lectura. Puede que la escritora tenga otros libros (no lo sé) en los que se pueda apreciar su calidad como tal, pero este no lo recomendaría nunca.
Un libro que escandalizara a mucha gente, como lo hizo Madame Bovary, cuando se publico.
Mi opinión, que esta bien escrito, pero una temática fuerte, digamos que habría que poner en la solapa del libro, que esta lectura puede herir la sensibilidad del lector.
Una porquería de libro, no se puede ser más soez, vomitivo en todos los sentidos.