Biografía de Robert Wilson
Se licenció en Lengua y Literatura Inglesa en la Universidad de Oxford, y trabajó en una empresa de gas y posteriormente como publicista. Desde 1989 reside en Portugal, y viaja con frecuencia a España. Publicó por primera vez en 1995 y ha recibido varios premios al género que desarrolla.Es autor de novela negra.
Excelente novela. Muy bien resuelta, sorprendente y entretenida. Lenguaje correcto y giros inesperados. ¡Qué más se puede pedir!
Ritmo irregular, con lo que mis sensaciones han sido muy variables. Creo que sobran muchos pasajes del diario del padre, o que se podrían haber acortado sensiblemente. La trama es atractiva y el libro podría haber sido finalmente más "redondo"
Ágil y de lectura fácil, pero le falta algo para llegar al nivel de los dos anteriores, sobre todo de "Una muerte en Lisboa". No me ha resultado decepcionante, pero tampoco me ha entusiasmado.
Para mi gusto sobra la parte de las cartas del padre. Demasiado histórico. Por eso le doy el 5. Me quedo con la parte de la investigación por el asesinato de Raúl Jiménez aunque también el final me ha parecido malo. No lo recomiendo.
En el análisis de esta novela voy a pararme en dos aspectos diferentes pero muy unidos, la escritura y la ambientación.
La escritura, la trama, el desarrollo, la novela: muy buena; gran misterio muy bien desarrollado y los personajes bien trazados, sobre todo claro el inspector jefe Falcón. Todo muy bien controlado, como nos va dando de comer esas pequeñas raciones de maíz para que siempre tengamos algo a lo que echar el pico, todo muy bien organizado... pero hay varios peros.
En primer lugar los nombres: Alguien debió decirle al autor que en España las mujeres no tienen el apellido del marido; aquí no hay señora Jiménez. En España no todos los apellidos terminan en ez, no hay solo fernandez, lopez, ramirez.... Otra cosa, aquí en este país los jueces no tienen Secretario, el secretario es Secretario Judicial, es decir Secretario del Juzgado que sirve como garante de la legalidad, no para traer cafés a los jueces.
Y otro punto que no me convenció. El final, parece como si tras más de 500 páginas tuviera prisa por acabar, todo acaba muy pronto y luego deja personajes sin terminar.
Aún así, merece la pena.