Biografía de Friedrich Engels
Friedrich Engels nació el 28 de noviembre de 1820 en Barmen-Elberfeld, actualmente Wuppertal, en la antigua Prusia, y falleció el 5 de agosto de 1895 en Londres.Nacido en el seno de una familia acomodada, abandonó los estudios por lo que fue enviado por su padre a trabajar como administrativo en una empresa comercial en Bremen, época que dedicó a la lectura y estudio de las teorías de Hegel y a entablar contacto con varios grupos revolucionarios. Más tarde comenzó a trabajar en una empresa textil relacionada con su familia, donde pudo ver de primera mano las condiciones de los obreros británicos, condiciones que plasmó en su obra La situación de la clase obrera en Inglaterra (1845).
Aunque ya se conocían de antes y habían mantenido una intensa relación por correspondencia, Engels no comenzó a trabajar con Karl Marx hasta 1844, publicando juntos obras tan influyentes como La Sagrada Familia (1844), La ideología alemana (1844-46) y el Manifiesto Comunista (1848).
Aunque nunca se casó, mantuvo una relación de por vida con Mary Burns, quien le había introducido inicialmente a las penurias de la clase trabajadora en Manchester. Su vida transcurrió entre Prusia, Gran Bretaña y Bélgica, organizando grupos socialistas y colaborando con Marx, a quien mantenía financieramente gracias a su puesto en la empresa textil familiar, de la que llegó a ser socio.
Imprescindible tanto para comprender el pasado como el presente y sembrar la lucha contra la desigualdad.
Más allá de las ideologías políticas y de los resultados que ha ido arrojando la historia, para mí es siempre un deleite ver el pensamiento en acción. Las críticas al comunismo sobran (y personalmente agregaría algunas más) pero no podemos dejar de admirar el fabuloso análisis que hacen Marx y Engels del capitalismo decimonónico.
Un panfleto que describe el ideal comunista en resumidas cuentas, nada más.
Es increíble como el autor es capaz de visualizar muchas cosas de la actualidad, en una especie de predicción al estilo Nostradamus, Marx nos explica lo que se avecinara, el problema son las soluciones que se dan, enmarcadas para la época, pero no para la era actual y eso es lo que se debe comprender al final de este libro, es muy lindo como escribe Marx pero son épocas diferentes. A pesar de que soy "comunista" por así decirlo, creo que esta ideología necesita un cambio y una renovación, claro que basado en Marx, pero sin seguirlo al pie de la letra, ya que al hacerlo así, los comunistas somos más parecidos a los cristianos de lo que creemos. Muy bien Marx, pero no así sus seguidores.
Que ciertas partes del documento hayan quedado anticuadas, desfasadas o incluso sean en cierto modo falsas no disminuye en ningún caso su valor. Es imprescindible tener en cuenta que el libro cumple exactamente 140 años en estos momentos, y que aun basándose en estudios científicos de importantes expertos de la época, la materia que trata (la génesis de la familia y de la sociedad), la historiografía antigua, ha tenido su verdadero esplendor en el siglo XIX. En consecuencia, las divergencias respecto del conocimiento actual son inevitables. Y en ningún caso, como ya he dicho, conculcan las ideas que pretende transmitir, aun así perfectamente justificadas, pues en esencia no son erróneas: su voluntad transformadora, inconformista con el modelo de familia y de propiedad que durante miles de años ha evolucionado hasta el actual, así como con la concepción y uso del Estado que hasta ahora ha conocido la humanidad. En sus páginas podemos asistir a la reproducción del materialismo histórico, que relaciona el desarrollo político-social del ser humano con el tipo de producción y de propiedad existente.
No deja de ser un libro denso, a veces pesado, a veces innecesariamente reiterativo, pero en cualquier caso necesario para comprender el pensamiento comunista, sus raíces históricas y sus anhelos.