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Ulrika vuelve al lugar donde paso momentos de su infancia, y sus hijos hallan un macabro descubrimiento.
Ese es el hilo conductor de la novela, recuerdos de su infancia, su amistad con Anne-Marie (relacion que me ha parecido un tanto adictiva), y la adopcion de Maja, y su desaparición que marcará la vida del lugar una noche de S. Juan
Por otro lado Kristina, a la que su enfermedad la hace vivir aislada, y se irá viendo cómo encaja en el grupo familiar.
Muy recomendable, un buen descubrimiento
Veinticinco años después de que un misterioso suceso truncara la felicidad de una idílica familia, la protagonista, una vecina, amiga inseparable de una de las hijas, vuelve al lugar de los hechos y rememora todo lo que vivió en aquellos días felices de su infancia, para ella inolvidables. Si bien es verdad que subyace cierto misterio y suspense a lo largo de la historia, para mí esta novela no es un thriller, es más una novela que habla de la comunicación e incomunicación entre los seres humanos, de valores como la amistad y el amor, de la relación entre padres e hijos y hermanos. Me parece muy humana en general y atribuyo más el éxito de la novela a esa capacidad de la escritora de trasmitir todas esas fragilidades humanas que al misterio y suspense que creo que es algo totalmente secundario.