Lecturalia Blog: reseñas, noticias literarias y libro electrónico 111.944 libros, 24.630 autores y 90.194 usuarios registrados

Eligiendo tu seudónimo paso a paso

AutorAlfredo Álamo el 25 de agosto de 2015 en Divulgación
  • No todo el mundo quiere usar su verdadero nombre en sus libros.
  • ¿Vale cualquiera? A veces pueden surgir complicaciones.

Persona disfrazada con una máscara al estilo Groucho Marx sosteniendo un puro.

Usar un seudónimo, aunque puede que en la era digital quede algo desfasado, sigue siendo una manera de separar de una manera clara el mundo personal del público. Muchos autores, bien por su trabajo o circunstancias de la vida, prefieren ver cómo su obra va por un lado y su nombre por el otro; también es posible que a la hora de escribir varios géneros no quieran confundir a sus lectores. Razones hay muchas, pero a la hora de elegir un buen seudónimo hay que tener en cuenta algunas variables importantes.

El nombre es tu marca.

A partir de que empieces a usar un seudónimo, esa será la marca por la que reconozcan tu obra. Irá en grande en la portada de los libros y servirá de conexión con tus lectores. Ten en cuenta que te van a buscar en Google y que habrá una ficha tuya en Lecturalia o en Goodreads. Digamos que es tu tarjeta de visita, así que procura pensar bien qué nombre escoges.

Escoge bien a quién te diriges.

Si apuestas por un género concreto o un rango de edad determinado, no estaría de más que lo tuvieras en cuenta. Llamarte Max Death si vas a escribir novela romántica igual no queda demasiado bien, lo mismo que ponerte Saturnino Marcial Prieto igual no casa con los libros infantiles que tenías preparados. Ya que te pones el nombre, trata de buscar qué está funcionando en el mercado al que te quieres dirigir. ¿Ejemplos? Pues sería Blue Jeans o Lof Yu, seudónimos dedicados a un público juvenil y que han triunfado. ¿Deberías ponerte Disis Good? Bueno, mejor apuesta por ser original.

Cuidado con los parecidos.

Parece de perogrullo, pero trata de no escoger un nombre que se parezca al de otro autor. Marco Vargas, Gabriel Marqués, E. J. James… sutiles diferencias que hacen dos cosas: liar al lector y hacer que los sistemas automáticos de búsqueda saquen como primeros resultados a aquellos nombres más conocidos, relegando el tuyo a los últimos puestos.

Revisa los dominios de internet.

Una vez tienes un nombre, lo mejor que puedes hacer es comprobar que tengan un dominio para él libre en la red. Si el .com está cogido, busca otro nombre. No vale que te pongas disis-good24.net, nadie lo encontrará y la mayoría de las búsquedas irán a alguien que ni le va ni le viene. Hoy en día la web de un autor es uno de los principales puntos de acceso de los lectores en busca de información, así que hay que ponérselo fácil.

Vía: Kindlepreneur

Alfredo Álamo

(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.

No se puede comentar esta entrada